El incendio que afectó a la parte alta de María Jiménez y San Andrés, en el Roque Chigel, quedó controlado a las 9:00 horas de ayer, casi 12 horas después de que fuera detectado el primer foco. El Cabildo informó de que las llamas afectaron a 50 hectáreas de cardones, tabaibas, pasto y varias sabinas, en el municipio de Santa Cruz de Tenerife. El fuego comenzó en el barranco de El Cercado y el segundo foco se localizó en Valle Brosque, que es la parte alta de María Jiménez.

El incendio no afectó a viviendas y una decena de vecinos fueron desalojados por seguridad. En el operativo tomaron parte las brigadas forestales (Brifor), dos helicópteros, bomberos del Consorcio insular, la Unipol y agentes de la Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Protección Civil y los 12 agentes de la Unidad de Montes de Santa Cruz.

El fuego, que es el tercero que se registra en apenas tres semanas en la misma zona, generó gran preocupación e inquietud entre los vecinos que residen en los núcleos y caseríos de esa zona del Macizo de Anaga. Los primeros indicios apuntan a que fue provocado.

Fulgencio Ramos es miembro de la asociación ciudadana de Casas de la Cumbre. Según su testimonio, las llamas se quedaron a poco más de un kilómetro de sus viviendas, en El Lomo. Comenta que "el viento en sentido descendente y la Virgen de Guadalupe" impidieron que ocurriera una tragedia. Recuerda que lleva mucho tiempo solicitando la limpieza de los caminos y, sobre todo, la creación de depósitos de agua para que puedan ser usados por los agricultores y los recursos de prevención y extinción de incendios. Ramos asegura que existe un furgón del Cabildo dotado con megafonía para facilitar la evacuación de los residentes en caseríos aislados en casos de emergencia. Sin embargo, dice que la noche del miércoles ese vehículo no fue utilizado. Según Fulgencio, no sabíamos con qué administración u organismo teníamos que hablar en los momentos difíciles. En esa línea, apunta que "nos sentimos abandonados, aunque eso no es nada extraño" en dicha zona. Comenta que a las 3:00 horas sólo había pequeños focos, pero los restos vegetales que caían por las laderas ayudaron a reavivar las llamas.

Rafael González, de la Comisión vecinal de María Jiménez, coincide en que las horas nocturnas se vivieron con bastante inquietud, pues se temía que el fuego descendiera y afectara a los caseríos situados en el Valle de María Jiménez. Respecto a los medios, este portavoz de la Comisión dice que hubo muchos recursos durante la noche, pero la orografía es muy escarpada, "por lo que somos conscientes de la dificultad del trabajo y no podemos pedir más". No obstante, reclama que se extreme la vigilancia en Anaga, pues es el tercer incendio en apenas tres semanas, después de muchos años en que no pasaba nada. Está "casi seguro" de que las llamas fueron provocadas y se muestra convencido de que habrá un tercer fuego. Luis Febles, de la Federación de Asociaciones del Litoral Anaguense, también piensa que pudo ser intencionado, ya que hubo varios focos a la vez.