Operarios de la Dirección General de Costas, acompañados de entre ocho y diez policías de paisano, procedieron la mañana de ayer a precintar la zona de mesas del denominado "Kiosco Sara", ubicado en el acceso 8 de la playa de Las Teresitas por considerarla fuera de la legalidad. También colocaron una valla delante del chiringuito por lo que los clientes sólo podían acceder por un lateral. Su propietario, Antonio Miguel López González, señaló que "no me quieren dejar trabajar" y resaltó que esta medida "sólo dará pie al vandalismo y aumentará la inseguridad en el entorno del kiosco".

Señala el dueño que "fui a la misma mañana de hoy (por ayer) a denunciar, pero me dijeron que debía ir a por la vía de lo Contencioso-administrativo, un follón y muy costoso".

Añadió el afectado lo siguiente: "Seguimos abiertos, pero han cerrado la terraza porque dicen que hice obras hace un mes cuando lleva así diez años. La acera la tienen todos los kioscos, puede que la mía sea más ancha que otras, pero lo hicimos como lo permitió el ayuntamiento. Lo consideran ilegal, pero creo que es un problema político y de litigio judicial que acompaña a la playa hace años. El ayuntamiento le devolvió la concesión a Costas, el deslinde ahora parece que es otro y todo este contencioso nos perjudica a los que queremos trabajar y parece que no quieren dejarnos".

El único precintado.- López añadió: "El único kiosco que han precintado es el mío y creo que es porque siempre hemos liderado un poco al resto y hemos mejorado con algunas obras y bastante esfuerzo mío y de mi familia. Mi padre primero, y luego mi hermana y yo, llevamos aquí desde cuando ni existía la playa, más de 40 años. El año pasado estuve arreglando algo, pero no es nada nuevo. He presentado multitud de recursos y son más de 300 euros cada vez que voy al abogado a pleitear".

Los hechos.- "Esta mañana (ayer) se presentaron varios obreros y policías de paisano, además de la abogada de Costas con la que ni siquiera se puede hablar. No me enseñaron ninguna orden que les autorizara a hacer esto, aunque yo les pedí los papeles. Pienso que nos tienen ojeriza y no sé si es porque hemos arreglado el kiosco y está en buenas condiciones".

El propietario de "Sara" concluye: "El precinto está ahí, no pienso que ellos lo vayan a retirar y la persona que me asesora legalmente está fuera de la Isla. Han puesto este parapeto delante de nuestro negocio y yo me pregunto si así está más bonito que abierto con normalidad para ofrecer un servicio a la gente. Esta noche mismo (por anoche) seguro que vendrá gente que se mueve por la playa para romper el precinto, y usar los tubos para abrir y robar. Esto es mejor a criterio de Costas".

Siempre según esta versión, las mesas llevan diez años allí y a esta persona han llegado a pedirle hasta 60.000 euros de multa "que dicen que he ganado cuando yo no he visto esa cantidad en toda mi vida. No tienen otra cosa que hacer que molestar al que está trabajando porque mi kiosco no está en la arena, en lo que sería su competencia, sino en la zona interna".