Un hombre de 45 años que falleció el pasado lunes en Teulada (Alicante) se ha convertido en la quinta víctima mortal de la gripe A (H1N1) en España, después de que así se confirmara en la necropsia que se la practicó por orden del juez, en la que se le detectó un proceso de neumonía bilateral a causa de la enfermedad. El hombre era de nacionalidad argelina y sufría hipertiroidismo y problemas renales graves.

Así lo aseguró ayer el conseller de Sanidad, Manuel Cervera, quien informó sobre esta muerte, ocurrida cuando el paciente iba a ser trasladado en ambulancia desde el centro de salud de Teulada al Hospital de Dénia.

El fallecido, que vivía solo en Teulada, recibía tratamiento de diálisis desde 1993, que suspendió durante algún tiempo al recibir un trasplante renal del que tuvo rechazo, por lo que hubo de volver a dializarse.

Según el consejero, la madrugada del 20 de julio el paciente llamó a los servicios de emergencia para comunicar que no se encontraba bien y fue trasladado al centro de salud de Teulada, donde fue atendido por el equipo médico de guardia y, ante la gravedad de su estado, se intentó el traslado al Hospital de Dénia en un vehículo SAMU.

El equipo médico del SAMU intentó sin éxito estabilizar su situación y la muerte se produjo durante el traslado, por lo que el Juzgado ordenó que se realizara la autopsia que ha determinado la causa del fallecimiento.

Como el fallecido no tenía familia en España, las autoridades se han puesto en contacto con el Consulado de Argelia en la Comunitat Valenciana para intentar localizar algún familiar en aquel país, según explicó Cervera, quien recordó que actualmente hay dos pacientes con gripe A ingresados con pronóstico "muy grave" en hospitales valencianos.

Por todo el mundo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó ayer que la gripe A ha causado casi 800 muertes en el mundo, y asumió que el número de casos seguirá aumentando. El portavoz de la OMS, Gregory Hartl, indicó que 160 de los 193 países miembros de la organización han notificado casos de personas infectadas con el nuevo virus, con lo cual éste pronto se habrá extendido en casi todo el mundo.

La organización especifica que el número de casos sigue creciendo, incluso en países donde el virus actúa hace tiempo, por lo que se prevé que el número de infecciones siga aumentando.

Sobre el aumento de las muertes, el portavoz dijo que "el hecho de que haya cientos de miles de casos significa que, lamentablemente, se producirán un cierto número de muertes".

"Es normal que cuantos más casos, más muertes ocurran", agregó, para descartar enseguida los temores de que el virus haya mutado.

La OMS ha recomendado dejar de hacer pruebas de laboratorio a todos los sospechosos de haber contraído el virus en vista de las proporciones que ha alcanzado su propagación y para que los gobiernos concentren sus recursos en la contención de la pandemia y el tratamiento de enfermos severos.

En cambio, los países deben seguir reportando cada muerte a causa del virus A confirmada en laboratorio. "Mientras la pandemia progresa, es más importante analizar la evolución de los enfermos que analizar a todo el mundo", señala la nota, que hace hincapié en que la prioridad es "determinar cuales grupos de personas tienen el riesgo más alto de contraer el virus y desarrollar una enfermedad grave, para poder prevenirla".

Con los datos en la mano, las personas obesas y las embarazadas son los dos grupos de riesgo más importantes. "Algunos informes preliminares sugerirían que hay un riesgo de desarrollar la enfermedad de forma severa en algunas poblaciones minoritarias, pero las potenciales contribuciones de factores culturales, económicos y sociales aún no están claros".

Lo que sí está claro son los factores de riesgo que incrementan la posibilidad de que tras la infección, el paciente enferme: enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias, diabetes, cáncer, y asma.