El Consejo Insular de Aguas ha decidido legalizar una planta desaladora que el hotel Sol de Puerto de Naos, en Los Llanos de Aridane, viene utilizando desde hace más de una década sin las autorizaciones pertinentes. La instalación, que se ubicó bajo los jardines del complejo hotelero, utiliza el agua del mar para cubrir las necesidades de los más de 1.000 clientes que pueden hospedarse en el mismo, siendo la primera de estas características que se legaliza en la Isla.

Tras un largo proceso de denuncias y expedientes sancionadores por parte de la Administración pública, la entidad propietaria del hotel decidió, hace un año, tramitar definitivamente la legalización de la instalación. Una vez que el Consejo Insular de Aguas ha comprobado su funcionamiento, certificado la calidad de la misma y verificado el adecuado proceso de desalinización del agua, se han facilitado los permisos. Pese a la tardanza en la regularización de la desaladora, no se llegó al extremo de tener que clausurarla, al entender que el expediente no se mantuvo inactivo.

Inspección Sanitaria realizó incluso varias visitas al hotel para solicitar la realización de diversas modificaciones, mediante la contratación de empresas especializadas, que garantizasen el buen estado de la desaladora. La misma utiliza un sistema de ósmosis inversa y tiene una capacidad de producción de 350 metros cúbicos de agua al día, la cual se destina exclusivamente al autoabastecimiento del hotel.

El agua se deposita en diferentes aljibes destinados al consumo de los clientes, así como a otros separados como dispositivos de seguridad en caso de que se produzca un incendio en el hotel.

La posibilidad de utilizar agua desalada para cubrir los usos turísticos se recoge en la Ley de Aguas de Canarias, planteando la opción de promover la producción industrial de recursos hidráulicos en situaciones de escasez. Al respecto, este planteamiento fue recogido hace más de una década por la Administración del Hotel Sol Meliá, pero sin desechar la opción de utilizar agua de la red municipal.

Así, el director del hotel, Alfredo Capote, defiende el uso del agua desalada como un recurso válido y rentable para el complejo turístico, "no en vano llevamos más de una década haciendo uso de ella con muy buenos resultados, pese a los problemas burocráticos y las constantes pegas admnistrativas que nos han puesto".