Alrededor de unos 500 vecinos, según la Policía Nacional, y unos mil, desde la perspectiva de la Plataforma en Defensa de la playa de Valleseco, que organizó el acto, marcharon ayer desde el barrio del litoral de Anaga por la avenida Marítima de Santa Cruz para protestar por los vertidos de fuel en la costa. Los gritos de "Queremos una playa limpia", "Estamos jartos de piche" o "Valleseco también es de Primera" marcaron una marcha colorista que amenizó la batucada de la comparsa Los Cariocas.

Una vez que la comitiva llegó frente al Cabildo se llevó a cabo la lectura de un manifiesto y una representación, baño incluido de muchos, en el lago para explicar los vertidos, que se iniciaron el pasado 6 de abril, aunque los vecinos llevan luchando nada menos que 23 años por hacer realidad la segunda playa de Santa Cruz.

La marcha arrancó desde el barrio de Valleseco con más de un centenar de personas y fue sumándose gente por todo el recorrido hasta que, pasadas las 12:30 horas, alcanzó la plaza de España. Una portavoz de la plataforma, Esperanza Brito, leyó el manifiesto en el que se asegura que los vecinos están "jartos" de piche. "Con esta expresión popular y directa hemos querido subrayar nuestra indignación por los escapes de fuel que han inutilizado para el baño nuestra playa, que es de todos los santacruceros", dijo, entre otras cosas.

El cierre de Valleseco, agrega el manifiesto, coincide a vez con el del Parque Marítimo (usuarios del mismo participaron en la marcha), con la saturación que sufre Las Teresitas y con el "calvario" que representa llegar hasta esa playa por los atascos y retenciones.

Posteriormente, tuvo lugar una escenificación en la que los manifestantes, ataviados con bolsas de basura negra, entraban en el lago simulando ser piche mientras otros representaban a los técnicos que daban soluciones como la instalación de un tapón o de una barrera.

Los participantes, con camisetas azules (mar) o negras (piche), portaron durante toda la marcha banderas de Tenerife con el aspa negra, el símbolo de la movilización, o cartulinas negras con forma de ola. Con tono irónico expusieron la desidida de las administraciones implicadas: Ayuntamiento de Santa Cruz, Autoridad Portuaria y Dirección General de Costas.

"El piche es un símbolo de otra contaminación muchísimo peor, que nos afecta a todos: el piche de la desidia, de la ineptitud, de la especulación y del desprecio, que nuestros gobernantes muestran por las necesidades del pueblo a quien deben servir y no, como ocurre, de quien se están sirviendo para sus particulares intereses", aseveró Brito.

Los vecinos exigieron que comiencen las obras de urbanización de la playa, según el proyecto "Sol y sombra", de los arquitectos Casariego y Guerra, en un breve espacio de tiempo.

Al término de la protesta, el portavoz de la Plataforma, Javier González, admitió que había remitido la solicitud para celebrar la marcha a la Subdelegación del Gobierno por escrito el pasado día 16 cuando la normativa establece que debe hacerse con una antelación de diez días. "Esperamos que no haya sanción", explicó en declaraciones a Europa Press, y añadió que la Subdelegación "no da permisos" sino que "acota o matiza" las peticiones.

Sobre el acto desarrollado en el interior del lago, González indicó que se no contaba con el "permiso expreso, pero sí había cierta complicidad" desde el ayuntamiento.

González indicó que en un primer momento la Subdelegación no se mostró receptiva y realizó una interpretación "burocrática" del reglamento a aplicar. "La Constitución y nuestro derecho a manifestarnos está por encima del reglamento", justificó el portavoz, que calificó la manifestación de este domingo con "un gran acto".

Aunque fue anunciado por los altavoces que una representación iría hasta la Refinería de Cepsa para protestar, como decidió la asamblea del barrio, al final no se llevó a cabo la iniciativa.