SIEMPRE han sido importantes, pero en la situación de crisis actual lo son más todavía. Toda una serie de infraestructuras muy necesarias para el desarrollo de Tenerife y de Canarias llevan un tiempo paralizadas por diferentes motivos, todos ellos muy ajenos al sentido común. Mientras la urbanización dispersa privada crece por nuestras laderas montañosas y por nuestras costas a un ritmo todavía imparable, infraestructuras públicas que cuentan con todas las medidas correctoras posibles, con años y años de estudios e informes favorables, se detienen por la constante oposición de unos pocos, que las retrasan permanentemente a base de recursos judiciales.

Ante este estado de cosas, un pequeño pero decidido grupo de ciudadanos hemos creado la Red de Opinión y Debate "Avante Canarias". Consideramos importante impulsar iniciativas sociales que superen el clima de atonía y desinterés social por los asuntos públicos; especialmente cuando los intereses generales están en juego más que nunca, porque la depresión económica por la que atravesamos no afecta tanto a los más pudientes, o a los ya instalados en empleos de por vida, como a los parados, a los que están en riesgo de serlo, a los trabajadores temporales o -y esto es muy preocupante- a los jóvenes que aspiran a su primer empleo digno, más allá de cáncamos y trabajitos esporádicos.

No es de extrañar que, ante todo, nos preocupe el futuro de nuestros hijos, que están pagando y van a pagar más que nadie la falta de diversificación económica de la que todo el mundo habla; cuando el turismo y la construcción siguen retrocediendo sin parar en la creación de actividad y empleo.

Para Tenerife y para Canarias, la diversificación pasa por convertirnos de veras, de una vez, en la plataforma logística tricontinental de la que venimos hablando desde hace décadas. Algo que no será nunca posible sin más capacidad portuaria y aeroportuaria y sin más conectividad interior de las islas. No tener esto claro es pensar indefinidamente en ilusiones sin fundamento que no nos sacarán nunca de nuestros problemas.

La Red de Opinión y Debate "Avante Canarias" nace con la misión de fomentar y estimular el análisis y debate público sobre todos aquellos temas que condicionan el progreso y desarrollo de Tenerife y de Canarias. Queremos hacerlo como una forma de compromiso ciudadano con nuestra tierra. Y lo queremos hacer especialmente en temas que son, a un tiempo, urgentes e importantes para Canarias.

En coyunturas difíciles como ésta, salir de la crisis va a depender mucho de nuestro propio esfuerzo; cuando la solidaridad europea se dirige ahora más hacia los empobrecidos países del Este y cuando se recorta en España el nivel de redistribución estatal entre las regiones más prósperas y menos avanzadas.

Sólo siendo más proactivos podremos recuperar los miles de puestos de trabajo perdidos y generar los que precisan los más de quince mil jóvenes canarios que se incorporan cada año al mercado de trabajo.

La "Cultura del No" que se ha instalado en nuestra sociedad ha sido constantemente inspirada por grupos y colectivos antisistema que, lejos de apuntar soluciones a los graves problemas que tenemos planteados, se han planteado frenar cualquier tipo de infraestructura pública, desde un poco fundamentado ecologismo. Lejos de reinventar el futuro que necesitamos, esa "Cultura del No" aspira a detener el presente, provocar el colapso del sistema por la vía de oponerse a toda infraestructura que lo posibilite. En el fondo, en muchas ocasiones, lo que se presenta como conservacionismo no es otra cosa que un conservadurismo inmovilista, anclado en el socorrido "cualquier tiempo pasado fue mejor".

Esa "Cultura del No" que pone el acento en la inacción contribuye a la postre a mantener, perpetuar y acrecentar una sociedad más empobrecida y crecientemente dual. Y ese movimiento antiprogreso lo hace por la vía de subordinar cualquier debate o avance social, cualquier proyecto colectivo al condicionante único que defienden sus organizaciones o colectivos, importándole muy poco otros beneficios sociales que no sean los de la parcial y estrecha óptica que defienden.

La Red "Avante Canarias" demostrará con hechos palpables y cifras objetivas que proyectos tales como el puerto de Granadilla, las centrales de gas natural o el cierre del Anillo Insular son bienes de primer orden para Tenerife y Canarias. Estos días se ha sabido que los impulsores de la planta de gas natural de Gran Canaria -la sociedad GASCAN- están a punto de tirar la toalla y desistir. Es un hecho muy grave que ni debe consolidarse allí, ni debe trasladarse a Tenerife; si no queremos seguir caminando por una senda absurda, lesiva para los intereses de todos los canarios y para el medioambiente global.

Canarias es la única región española que no dispone de gas natural: lo que es perverso ecológicamente e ineficiente económicamente. El gas natural es mucho menos contaminante que el fuel. Y es la única salida posible para que Canarias cumpla con la reducción de gases de efecto invernadero establecida por el Tratado de Kioto (a no ser que a cambio dejemos la mitad de los coches en casa). Y es también la única forma de que la factura energética de Canarias se haga más eficiente y se acerque a los costes continentales. De no implantarse el gas, el sobrecoste de tener que utilizar el fuel seguirá representando 180 millones de euros más al año, noventa aproximadamente en cada isla capitalina. Más de 30.000 millones de las antiguas pesetas. Por los retrasos del proyecto, ya pueden computarse más de 60.000 millones de sobrecosto sobre los bolsilllos de los consumidores.

Todo un absurdo que, más tarde o más temprano, acabará repercutiendo en las economías domésticas, como ya lo hace ahora en las cuentas públicas, que son las de todos.

Ese es un buen ejemplo de que no podemos seguir retrocediendo, presos de fundamentalismos ecológicos, que ocultan datos como el positivo efecto del gas natural para reducir la contaminación, mientras exageran otros como la afección a los sebadales, a pesar de que será inexistente, porque se contempla el repoblamiento de los mismos.

Ese y otros temas son un ejemplo de lo que quiere hacer "Avante Canarias": impulsar debates en los que interese más lo colectivo que lo individual y donde se persiga más lo que es bueno para todos (o para una gran mayoría) que lo que es óptimo o mejor para algunos (o para una minoría).

"Ninguno tenemos toda la razón: juntos nos podemos aproximar a ella", es una de nuestras máximas. Porque sobre la mayoría de los temas discutibles no existe "toda la razón", sino un conjunto de razones contradictorias y opuestas que es preciso cruzar, ponderar y sopesar, para acabar definiendo no tanto la "mejor razón" como la "mejor opción": aquella que representa un avance para el procomún y minimiza sus costes o daños colaterales.

Es por ello, por ejemplo, que cuando se realizó el proyecto del puerto de Granadilla se rediseñó en muchos aspectos y se introdujeron medidas correctoras que garantizan la protección máxima del medio ambiente. Ha existido un acercamiento real e importante hacia los que presentaban objeciones razonadas. Pero otros no se han bajado del burro de la obstrucción; porque desean utilizarlo como una bandera contra el sistema, sin pensar en los daños colaterales que ocasionan. Como los ocasionaron al paralizar la línea eléctrica por los altos de Vilaflor y obligar a otro trazado mucho peor, como está a la vista de todos.

Si no queremos volver a tropezar en las mismas piedras, los que sientan responsablemente las amenazas que estos errores representan para el futuro de nuestra tierra han de reaccionar de alguna manera. Pacífica, razonada y debatida. En eso nos aplicaremos en el futuro.