Tal vez sea por la incertidumbre que crean la crisis económica y el desempleo, pero el hecho es que el número de alumnos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife matriculados en las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) ha crecido este año. El mensaje de que la formación es un elemento clave para integrarse con garantías en el mercado de trabajo parece haber calado en los jóvenes, que ayer vivieron ayer en la Universidad de La Laguna (ULL) la penúltima edición de estos exámenes según el modelo actual.

Será la convocatoria de septiembre la que "entierre" este formato y dé paso a una prueba más flexible y mejor adaptada a las titulaciones que desean estudiar los futuros universitarios.

En concreto, 3.089 alumnos estaban inscritos para realizar la selectividad en la provincia, casi 140 menos que en 2008. De ellos, 2.759 debían hacerlo en Tenerife, 256 en La Palma, 44 en La Gomera y 30 en El Hierro.

El Campus de Guajara de la ULL ya registraba desde poco después de las ocho de la mañana de ayer, hora y media antes del comienzo del primer ejercicio, una actividad desacostumbrada. Cientos de jóvenes se daban cita en los alrededores del recinto y, aunque la leyenda de nerviosismo que suele rodear esta prueba ha menguado considerablemente en los últimos años, en sus comentarios se traslucía cierta inquietud: "¿Cómo lo llevas?". "Sólo me lo he mirado por encima". "Va a entrar Machado, seguro", eran algunos de ellos.

La jornada, que se inició con el examen de Lengua Española y Literatura, transcurrió con "total normalidad, salvo algún pequeño incidente", según el rector, Eduardo Doménech. Los principales problemas consistieron, añadió el presidente del tribunal, Juan Felipe Pérez Francés, en "los clásicos errores con los nombres y algunas matrículas que no aparecen correctamente".

Esta promoción de universitarios se incorporará a la educación superior coincidiendo con la irrupción del Plan Bolonia, que marca la adaptación al espacio universitario europeo. Los estudiantes con los que tuvo la oportunidad de hablar este periódico aseguraron conocer bien este proceso, al que no parecen tenerle ningún miedo.

"A quienes queremos estudiar fuera nos beneficia", opina Alba Alayón, del Luther King Sur. Carla González, del IES Mencey Bencomo, cree que la convergencia europea no le afectará demasiado, mientras que Alejandro Perera, de las Escuelas Pías, augura que Bolonia tendrá efectos positivos, como la facilidad para acceder a puestos de trabajo en Europa, aunque también aspectos más discutibles, como la excesiva importancia que, a su juicio, se le dará a la asistencia a clase.

La voz discordante corresponde a Marta Solano, del colegio alemán de Costa Adeje, que considera que los criterios contenidos en el Plan Bolonia no son los más adecuados para estudios como los de Derecho porque, según esta joven, tratan de despojarlos de su carga teórica, que es "fundamental".

La PAU concluirá mañana. Tras la entrega de las notas, el 24 de junio, se abrirán un plazo de tres días para reclamar. El proceso finalizará el 6 de julio.

Las pruebas tuvieron "efectos colaterales": estudiantes de Psicología y Pedagogía de la ULL denunciaron el adelanto horario de exámenes celebrados ayer debido a la coincidencia con la PAU. Según los afectados, que estudian presentar una reclamación, sólo se avisó mediante un cartel y la misma mañana del examen.