El Ayuntamiento de Arona no ordenará la retirada de las antenas de telefonía móvil situadas en zonas urbanas del municipio porque, "según nos dijeron, no tiene potestad para ello", aseguraron asociaciones de vecinos después de la reunión que mantuvo el gobierno local con más de medio centenar de residentes en el centro cívico de Cabo Blanco.

"Es más, nos insta a que recurramos a los tribunales si alguno de los sistemas radiantes nos molesta", añade el presidente del colectivo vecinal de Los Cristianos, Leopoldo Díaz Melo.

Señaló que los nacionalistas, "que acudieron al encuentro con un técnico de la Oficina de Telecomunicaciones del Gobierno canario y un ingeniero del Colegio de Telecomunicaciones en Canarias, nos aseguraron que las antenas de telefonía no causan afecciones o enfermedades, por lo que no nos queda otro remedio que convivir con las mismas".

"Nos dijeron que en lo único que interviene el ayuntamiento es en el permiso para su instalación en un determinado lugar, ya que lo que se necesita para su montaje es una licencia de obra menor", comentó indignado el máximo responsable de la citada asociación vecinal.

Durante el encuentro también se puso de relieve el elevado número de antenas clandestinas que hay en el municipio y, "por ejemplo, en la ciudad turística de Los Cristianos hay 10 registradas y otras 5 se montaron sin el correspondiente permiso", apuntó Leopoldo Díaz.

A pesar de lo que "nos contó el gobierno local, con su alcalde al frente, José Alberto González Reverón, así como los técnicos que llevaron a la reunión, nosotros estamos intranquilos, por lo que en las próximas semanas mantendremos reuniones entre las propias asociaciones de vecinos para determinar qué tipo de acciones llevaremos a cabo", aseveró.

"Lo que también nos sorprendió es la intención del gobierno municipal de autorizar el montaje de estas antenas en las propias Casas Consistoriales aroneras", añadía el máximo responsable del colectivo Almácigo del casco urbano, Valentín Mena, recordando que esta zona del municipio está declarada como Bien de Interés Cultural (BIC).

Dos mil firmas

Expresó que lo ideal es el traslado de los sistemas radiantes de telefonía "a espacios alejados de las zonas urbanas ante la desconfianza que se ha generado y la prueba es que en el transcurso de la reunión se le presentaron al gobierno municipal más de 2.000 firmas reclamando este tipo de medida".

Mena, además, recriminó que este "debate" se haya retrasado en el tiempo y consideró, por tanto, que "ha llegado tarde".

Durante el encuentro también se repartieron folletos informativos a los asistentes con las preguntas y respuestas más usuales respecto a los campos electromagnéticos y el cáncer.