El cabeza de lista de IU en los comicios europeos, Willy Meyer, consideró ayer "una provocación" que se quiera centrar el debate político en polémicas sobre espías, compras de trajes y "cambios de chaqueta" mientras hay cuatro millones de parados.

Meyer señaló en rueda de prensa que en esta campaña electoral él prefiere dirigirse a las víctimas de la crisis para decirles que con su voto pueden cambiar el modelo que ha causado la recesión, el cual es compartido por el PP y el PSOE y está basado "en la especulación y el ladrillo" y en la eliminación de la capacidad de intervención pública en la economía.

Por eso no quiso pronunciarse sobre el abandono de IU de Rosa Aguilar para ser consejera en la Junta de Andalucía, y al ser preguntado se limitó a decir: "Tengo un recuerdo grato de ella, pero no le pongo la cara".

"Hay cuatro millones de parados, un millón sin prestaciones, y el PP y el PSOE rehúyen el debate sobre las causas del desempleo porque están de acuerdo en un programa común y en el mismo candidato para presidir la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso", dijo.

El PP y el PSOE, agregó, se pusieron de acuerdo en 1983 para privatizar todo el sector público estratégico, incluida la banca, la energía, el agua, las comunicaciones y determinados sectores industriales. "Ese es el modelo que hay que cambiar".

La estrategia de Lisboa

Por eso "no vamos a entrar en el debate entre conservadores y progres" que pretenden imponer en la campaña los dos partidos mayoritarios, cuyo modelo común impedirá la construcción política europea desde la igualdad de los ciudadanos, afirmó.

Según Meyer, la estrategia de Lisboa del año 2000, que apostaba por crear veinte millones de empleo para 2010, un crecimiento económico del 3% y la inversión del 3% del PIB en I+D, "se ha perdido" con la recesión económica.

Pero ni el PSOE ni el PP quieren hablar de ese fracaso porque son los dos responsables de las políticas que han conducido a él, subrayó.

La situación de los trabajadores y de los parados no es resultado de "una pandemia", sino de una política que hay que cambiar con el voto para lograr la nacionalización de sectores estratégicos, las 35 horas semanales y una reforma fiscal para poner parte de los beneficios de las grandes corporaciones "al servicio de la creación de empleo", propuso.

Meyer precisó que IU defiende "una banca pública", no la inversión de dinero público en la banca privada.