Los vecinos de la calle José García García de El Rebolado, en Valleseco, se encontraron al levantarse la madrugada del martes al miércoles de la Semana Santa con una brecha a lo largo de 40 metros, lo que hizo que se personaran unos 15 agentes de la Policía Local de Santa Cruz y colocaran unas vallas y unos carteles que advierten del peligro de circular por la calle y señalan el desvío provisional del tráfico hacia un acceso cercano, tal y como informó este periódico el pasado domingo y que ayer llevó a que los moradores se concentraran para pedir explicaciones.

La parte que da hacia la acera y hacia una verja muestra un desnivel de terreno que provoca que a los vecinos de la calle se les haya metido literalmente el miedo en el cuerpo a acercarse al otro lado de la calle por miedo a que ceda.

Los obreros de la constructora que está edificando un total de 22 viviendas debajo de la carretera agrietada "colocaron unos plásticos sobre la brecha para que si llovía no se filtrara el agua", dijo ayer Felisa Pacheco, una vecina que lleva 18 años en El Rebolado y que recuerda la calle cuando era de tierra y con muy pocas casas.

La grieta ya estaba.- Ahora han construido una carretera que sirve de acceso a la parte alta y que era muy transitada hasta el pasado miércoles, cuando se detectó la brecha, debajo de la cual hay una especie de "cueva" apuntalada, y otra junto a ella y que, según uno de los arquitectos de la constructora, se descubrió después de retirar la vegetación.

Lo cierto es que uno de los arquitectos de la obra, Javier Gargallo, confirmó a EL DÍA que "es un pequeño desprendimiento. Estamos ejecutando la primera fase, que contará con 22 viviendas. Ya existía una grieta de unos 15 metros y ahora es de unos 20, pero se hizo constar en el Libro de Órdenes del Edificio tal y como está estipulado".

Asimismo prosigue argumentando que "el viernes y el sábado me personé para ver la evolución de la grieta y ayer por la mañana entregué un documento informando a Gerencia de Urbanismo. No existen problemas para las dos edificaciones que se encuentran enfrente, pero sí podría desprenderse el acerado".

Rápido y urgente.- Javier Gargallo afirmó además que "la intervención debe ser rápida y urgente, pero el ayuntamiento debe autorizarla". El arquitecto también confirmó que "la empresa promotora solventará los desprendimientos. Tenemos que actuar consolidando el suelo y levantando el muro de contención". Asimismo, EL DÍA se puso en contacto con Gerencia de Urbanismo, que confirmó que la obra tiene licencia y que "se les instará a que arreglen los desperfectos de inmediato".

Entre otras cuestiones.- Con la eliminación del acceso a la vía, los taxis no acceden a la parte alta de El Rebolado porque "nos dicen que la parte baja de los vehículos les roza con el firme y es un problema, por lo que las personas mayores que llegan con las compras las tienen que dejar lejos al no poder subir cargadas", dice una vecina afectada de la zona. "Por esta carretera pasaban camiones pesados, la basura, y nunca había pasado nada", dicen los afectados.

El olvido de un barrio.- El presidente de la AAVV Nuestra Señora del Carmen, Jesús Pérez Bermúdez, afirma que "el día 18 de marzo vimos el peligro que suponía esa obra, pero no nos hacen caso. Valleseco, después de la riada, es un barrio parcheado. Es un barrio abandonado. Hemos sido una asociación vecinal que ha colaborado siempre con el ayuntamiento y se nos está despreciando. Nosotros no estamos pidiendo grandes obras".

Por otra parte, en el lugar se personó el presidente de la AAVV Siglo XXI, Luis Febles, que también ha denunciado la gravedad y el peligro de la obra.