San Andrés y Sauces amaneció ayer con la inesperada imagen de un descomunal desprendimiento que tuvo lugar durante la madrugada (testigos lo sitúan sobre las 4:00 horas) en el acantilado que preside la zona de baño del Charco Azul, la más popular del Norte de la Isla. El risco, que sostenía el mirador y la parte peatonal de acceso a la piscina natural, se desplomó en la zona norte del charco.

Dada la hora en la que sucedió el derrumbe, no hubo que lamentar daños a personas. Un hecho que podría haber sido bien distinto en el caso de que el acantilado se hubiera desprendido durante el horario normal de apertura del Charco Azul al público, con cientos de bañistas cada día.

La zona de baño ha quedado inutilizada, por lo que se ha procedido, por parte de los servicios municipales al cierre de los accesos a esta área costera de recreo hasta nuevo aviso. Tanto los accesos como los aparcamientos ubicados junto al monumento del Horno de la Cal, han sido sellados por el peligro de que se produzca un nuevo derrumbe en la parte afectada.

El volumen del desprendimiento no ha sido cuantificado aún por los técnicos. Las primeras valoraciones de expertos consultados por el ayuntamiento han detectado pedazos del acantilado de más de 30 toneladas, lo que puede dar una idea de la magnitud del desplome. Se necesitará casi un centenar de viajes con camiones para poder retirar todo el escombro generado.

Piden auxilio a Costas

La alcaldesa, Nieves Dávila, se mostró especialmente preocupada por lo sucedido, ante el desconocimiento de las causas del desprendimiento. Por ello, ha solicitado una reunión urgente con los responsables de la Demarcación Provincial de Costas a fin de obtener un compromiso que permita una rápida intervención para recuperar lo antes posible un espacio vital para el municipio.

Dávila confirmó que las rocas caídas, en zona de dominio público, afectaron de lleno a la instalación de bombeo que sirve para mantener limpio el Charco Azul, así como los vestuarios y una parte importante de los accesos. Además, no descartó que se repitan pequeños desprendimientos.

La zona permanecerá cerrada al público. No se sabe por cuanto tiempo. Quizás, dada la magnitud de los sucedido, el próximo verano el Charco Azul no esté disponible. Sin embargo, desde la Alcaldía se confía en que este espacio que recibe miles de visitantes cada verano se abra en pocos meses. Para ello "se requiere una intervención urgente".