En vísperas de la huelga estudiantil contra la convergencia universitaria con Europa, los representantes de siete colegios profesionales de las Islas analizaron ayer en la Universidad de La Laguna (ULL), dentro de los actos programados para celebrar el 217 aniversario de la institución, las repercusiones que tendrá este proceso -conocido como Plan Bolonia- y coincidieron, en mayor o menor grado, en saludarlo como una iniciativa "positiva" que, entre otros logros, permitirá mejorar la formación práctica de los titulados y adaptar las titulaciones a las demandas de la sociedad. Además, recomendaron un mayor esfuerzo informativo a la ULL para desmontar los "bulos" que circulan alrededor de la convergencia.

"Hasta el momento habíamos notado una falta de adecuación de las titulaciones a las necesidades reales, al menos del mundo empresarial", reconoció Pedro Melián, representante del Colegio de Titulados Mercantiles y Empresariales de Tenerife, que incidió en las deficiencias en formación práctica que presentan los alumnos salidos de la Universidad, lo que obliga a los colegios a hacer un "importante esfuerzo" para mejorarlo.

Aunque advirtió de que "no sirve de nada boicotear la reforma, que viene impuesta de Europa, o nadar contra corriente", Melián también recomendó "aprovechar para hacer la mejor implantación posible" en la ULL y "escuchar a los alumnos, hacer un ejercicio de aproximación a las organizaciones estudiantiles para tratar de desmontar los bulos".

Por su parte, José Ángel Rodríguez, del Colegio de Enfermeros, definió la convergencia como "una opción positiva de cambio en la Universidad", aunque admitió que "como todos los cambios, da miedo". En el caso concreto de su colectivo -en el que "nadie está en contra de Bolonia", aseguró-, la reforma permitirá "que los alumnos de Enfermería lo sean con los mismos criterios que los demás".

"Bolonia está bien para Medicina", resumió el presidente del Colegio de Médicos, Rodrigo Martín, quien destacó su utilidad para "abandonar las clases magistrales y pasar a la práctica los conocimientos teóricos". Sin embargo, advirtió de que "es inviable económicamente" aplicar la convergencia y, al mismo tiempo, aumentar el número de alumnos. Martín fue el primero en alertar de que el plan puede atribuir a las universidades un papel que, a su juicio, corresponde a los colegios profesionales: la formación continuada. Su homólogo de Enfermería matizó que es posible la "colaboración".

Manuel Hernández, del Colegio de Doctores y Licenciados, mostró su preocupación por los contenidos en el diseño de algunos grados. En el caso de los de Maestros de Infantil y Primaria, señaló que algunas asignaturas "se incluyen atendiendo a la correlación de fuerzas y otras se excluyen".

Por el Colegio de Abogados, José Luis Sánchez Parodi se centró en la convergencia europea de los colegios profesionales mediante la aplicación de la directiva de servicios que, a su entender, favorece la concepción del ejercicio del derecho como "una actividad empresarial".

La crisis de las ciencias -tanto en el Bachillerato como en la Universidad- es el "gran desafío" que, según Carlos Silva, del Colegio de Biólogos, debe afrontar la educación superior, que, aconsejó, "aprender del pasado".