La vuelta al colegio es un buen momento para recordar la importancia de que los niños lleven una alimentación sana y equilibrada para evitar la temida obesidad infantil, que se asocia a un peor rendimiento escolar y baja autoestima. Se calcula que en España, cerca de un 45% de los menores de entre seis y nueve años sufre sobrepeso.

Para combatir esta enfermedad, los expertos hacen especial hincapié en la importancia del desayuno, y es que uno de cada tres niños van al colegio sin desayunar y sólo un 8% lo hace de forma completa.

Los pequeños que omiten la primera comida del día o no desayunan correctamente no rinden bien en clase y pueden enfrentarse a una situación de ansiedad, que puede tornarse en agresividad cuando alcanzan la adolescencia, alterando su comportamiento lineal, según advierten desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad.

Los nutricionistas explican que un niño de 3 años, por ejemplo, necesita unas 1.300 calorías diarias, y si tiene 12 años, cerca de 2.200. Se puede calcular la cantidad de calorías recomendada, partiendo de una base de 1.000 y añadiendo 100 por cada año de edad en el proceso de crecimiento.

En este sentido, el desayuno debe representar un 30% del aporte total de calorías, la comida principal un 35 %, la cena un 15 %, mientras que los tentempiés de media mañana y tarde, un 10% cada uno.

Según los datos del estudio 'Aladino', realizado por el Ministerio de Sanidad, solo el 3,8% de los niños realiza un desayuno completo y precisamente el mayor porcentaje obesidad está entre los que no desayunaban o lo hacían menos de 3 veces a la semana. El desayuno de los niños debe incluir al menos un lácteo, un cereal y una fruta o zumo natural.

También se observa una asociación entre el sobrepeso y la comida central del día. Por eso, hay que incluir tres piezas de fruta al día, verduras en comida y cena, tomar legumbres 2-3 veces a la semana, comer cereales y pescado azul y blanco. Al mismo tiempo se debe evitar el abuso de dulces, pasteles, snacks y bollería industrial.

Por otro lado, los especialistas alertan de la relación entre el sobrepeso y la falta de sueño. Así, los niños con exceso de peso dedican significativamente menos horas a dormir, tanto los días laborables como los fines de semana. Lo recomendable es que duerman al menos 8 horas diarias.

Finalmente, recordar que el sedentarismo es otra de las principales causas de obesidad infantil. Hay que inculcar en los menores unos hábitos deportivos. El deporte, además de los beneficios para la salud, ayuda a favorecer la sociabilidad de los niños. Llevarles caminando hasta el colegio tras un buen desayuno, es la forma ideal de empezar la jornada escolar.