Cuatro excavadoras y palas mecánicas que se emplean en los trabajos del complejo turístico Cuna del Alma fueron quemadas durante la madrugada del pasado sábado 22 de febrero. Ahora se ha difundido un vídeo en el que se muestra en primera persona cómo se vandalizó esta maquinaria aunque se desconoce el remitente.

El hecho está siendo investigado por la Guardia Civil. La propiedad de las máquinas dañadas, una empresa tinerfeña de construcción contratada para llevar a cabo los trabajos, se ha visto seriamente afectada, al igual que una parte de su personal en lo laboral.

Protestas constantes

El primer acto de protesta contra el desarrollo de este proyecto turístico en el Puertito de Adeje realizado en suelo adscrito al plan parcial tuvo lugar el 22 de julio de 2022, cuando un grupo de activistas inició una acampada.

Una semana después, esa protesta elevó el tono cuando el día 28 varios se encadenaron a una de las excavadoras que se utilizan en los trabajos de urbanización de la zona. Ese día se registraron momentos de tensión y se denunció un golpe a uno de los protestantes que trataba de obstaculizar el trabajo con algunas de las máquinas.

Intento de desalojo

El 26 de septiembre de ese mismo año se registró un intento de desalojo de los activistas y dos de ellos entraron en dependencias habilitadas por la promotora en la zona registrándose un momento de gran tensión, insultos, acusaciones y un forcejeo.

La paralización de las obras a causa de la intervención de activistas también se registró el 30 de abril de 2024.

Durante ese día, un grupo permaneció sentado en la pista que da acceso al Sitio de Interés Científico La Caleta de Adeje, en las inmediaciones de la superficie donde se levantará el complejo Cuna del Alma. El pasado 19 de noviembre, otro activista se encadenó a una excavadora.

Polémica

Esta obra está sujeta a polémica desde el momento en que fue colocada la primera piedra, el 5 de mayo de 2022, aunque el proceso comenzó en 2014 con la modificación del planeamiento en El Puertito.

Las denuncias y protestas se activaron por la destrucción parcial o total de yacimientos arqueológicos y la afección a flora del lugar, de forma singular a la denominada viborina triste.

Con expedientes de sanción y de suspensión de las obras, el Gobierno de Canarias surgido de las elecciones celebradas en 2023 (CC-PP) los dejó en suspenso cuando en febrero de 2024 la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural levantó la única de las tres órdenes de paralización que seguía vigente.