Durante más de seis horas muchos han echado de menos el sonido de las notificaciones del móvil. Facebook, Instagram y WhatsApp se caían a nivel global dejando a más de 3.500 millones de personas sin redes sociales ni servicios de mensajería.

Miles de tuiteros aprovecharon, como de costumbre, para llenar la plataforma de memes de todo tipo.

Desde un primer momento se descartó un ciberataque. Según Facebook, un cambio de configuración defectuoso en sus servidores estaría detrás del problema. 

Los empleados no podían comunicarse dentro de la propia compañía ni entrar a sus edificios porque las puertas se conectan a sus servidores internos. Afortunadamente, pasada la medianoche empezaban a recuperarse.

Un apagón sin precedentes que provocaba una caída de hasta un 5% en bolsa y casi 6.000 millones de dólares menos en la fortuna de Mark Zuckerberg; desterrándolo del top cinco de la lista de los más ricos del mundo de la revista Forbes.

Todo, en la víspera de la declaración de Frances Haugen, una ex empleada de la compañía, ante el Congreso de los Estados Unidos. Asegura que Facebook priorizaba su interés económico por encima del público.