Tres días después del derrumbe del muelle de Vigo, los jóvenes afectados han comenzado a interponer las primeras denuncias. Tendrán un año para presentar reclamaciones. La magistrada ha decidido investigar una pieza separada por cada uno de los perjudicados, casi 400. El lugar continúa precintado a la espera de que concluya la investigación mientras el Ayuntamiento y el Puerto de Vigo se echan mutuamente la culpa. En medio del caos destaca un nombre propio, el de un marinero convertido en héroe que socorrió a unas 50 personas.