Vestido con traje, corbata y con cara de circunstancia. Mark Zukerberg ha llegado al Senado de Estados Unidos rodeado por una nube de fotógrafos. Lo primero que ha hecho es pedir perdón por el robo masivo de datos de 87 millones de sus usuarios por parte de Cambridge Analytic. Ha sido una comparecencia excepcional ante las hostiles preguntas de 44 legisladores. Han tratado de sonsacarle algo sobre la injerencia rusa en las últimas elecciones y el fundado