Teclados que no responden, pantallas que pierden la información, cambian a azul, y que al intentar ser reiniciadas en algunos casos muestran mensajes que alertan de que se trata de un ciberataque en forma de secuestro de datos. Es lo que se llama ramsonware y consiste en la petición de un rescate para recuperar la información retenida, especificando la moneda en la que debe hacerse, en bitcoins -el dinero virtual- y el tiempo disponible para pagar. Esto es lo que ha sucedido este viernes alrededor de las once de la mañana en el área corporativa de Telefónica. Se trata, al parecer, de un ataque que no ha afectado a los clientes, pero que ha obligado a interrumpir, previo aviso por megafonía, el funcionamiento de los departamentos afectados.