Horas y horas de cola, bien preparados. Con sillas, paciencia y entretenimiento. Objetivo: ser los primero en entrar aquí, y conseguir su tesoro. En este este caso el Iphone 7. Desde Tokyo, Japón, hasta Sídney, Australia. Los fans de la tecnología Apple no entienden de fronteras. Su puesto no tiene precio, él es el primero y dice que vendería su silla a partir de los 4.000 euros. Algunos incluso han pasado la noche en tiendas de campaña. Y otros, más que por hacerse con el último teléfono de Apple, dicen que lo hacen por la experiencia. Son los mayores seguidores de la moda tecnológica. Y están dispuestos a aguntar un día más a sol y sombra, para por fin tener entre las manos un nuevo teléfono móvil.