En su ficha policial se aprecia el golpe del accidente que tuvo con el coche mientras huía. Eso provocó su localización. Los agentes lo encontraron de noche bajo una encina... "Vimos una mochila, un bulto y cuando nos aproximados lo vimos tumbado", relata el guardia civil.

Sigilosamente se acercaron a él encañonándole. " Le alumbramos y gritamos guardia civil y levantó la cabeza rápidamente”. No le dieron tiempo a reaccionar. Descansaba con pistola bajo su cabeza. “La tenía preparada para disparar” comenta el otro agente al tribunal.

Iba armado hasta los dientes. En su poder un machete, un cinturón con otra pistola y grilletes, guantes…

Era el equipo completo que había robado a los agentes tras matarlos. Sorprende que estaba tan tranquilo, se había emborrachado para celebrarlo. “Le pregunto si había bebido y dijo que sí... dio 0,47 gr en la prueba de alcoholemia” comenta el agente que se la realizó…

Un sinsentido propio de una mente criminal.