Las 'nuevas' urgencias del HUC optimizarán el espacio existente para acabar con los pasillos
La Gerencia del centro presenta un plan con doce reformas para redistribuir el servicio que se ejecutarán durante el próximo año con el objetivo de acabar con la asistencia en pasillos

El gerente del HUC, Adasat Goya, pasea por el área de tránsito F. / Arturo Jiménez

Es otro día de saturación en las urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC). Los familiares esperan en una fila bajo la nueva marquesina que ha habilitado el centro hospitalario para atender sus demandas de información. Es una de las primeras de las doce reformas –de menor o mayor envergadura– con las que se pretende transformar las urgencias del centro hospitalario para acabar con el colapso que sufre el servicio. El plan, que consta de una partida de 2,5 millones de euros, contempla una redistribución del espacio, de los circuitos y de las camas, habilitará espacios específicos para las patologías más recurrentes, instalará una nueva unidad de corta estancia y creará espacios específicos para situar las camillas que hasta ahora han estado en pasillos. En definitiva, tratará de reorganizar los recursos existentes para hacer el servicio más «eficiente».
No se trata de sumar camas (el servicio ya dispone de más de 150), tampoco de contratar más personal –aunque esto no se descarta a largo plazo–. La idea que la Gerencia ha trasladado a sindicatos y profesionales durante las últimas semanas es la de un cambio profundo del modelo de trabajo que pueda acabar de una vez por todas con la recurrente imagen de pasillos abarrotados. «Lo que planteamos no son obras, es cambiar la forma de funcionar de las urgencias», insiste el gerente del centro hospitalario, Adasat Goya.
Las urgencias se sumergen así en un ambicioso plan de remodelación que se prolongará al menos un año y medio. En él están contempladas todo tipo de acciones. Algunas son más pequeñas y tienen un propósito más estético, como pintar, instalar vinilos en las paredes o señalizar los nuevos circuitos por colores; otras suponen hacer obras menores, como tirar tabiques y construir nuevas puertas; y unas últimas suponen un traslado completo de los recursos a otra ubicación. Sin embargo, todo ello se hará utilizando el mismo espacio, los mismos recursos y de forma intermitente, para influir lo mínimo posible en la asistencia a los pacientes.

El gerente del HUC, Adasat Goya, muesstra los planos de la remodelación de las urgencias. / Arturo Jiménez
El espacio del que disponen es amplio, pero disperso y mal distribuido. En sus 20 años, el área de urgencias del HUC ha crecido. Pero lo ha hecho a base de parches que si bien han logrado hacerla más grande, no han conseguido cohesionar ni los recursos ni la atención. Una situación que a menudo provoca que algunos recursos estén saturados mientras otros se infrautilizan.
En el interior del edificio los profesionales vagan de un lado a otro buscando a los pacientes a los que deben atender y que llegan a cuentagotas al servicio. En las 24 horas que dura su servicio sin interrupción reciben a unos 210 pacientes al día, por lo que es habitual que alguno acabe en una camilla en los pasillos.
Apenas a unos metros de la puerta principal, frente al servicio de admisiones, se puede contemplar la primera de estas ubicaciones donde los pacientes han desbordado el espacio disponible y acaban arrinconados en camillas. Esta mañana se pueden contar al menos seis en esta zona y otros siete u ocho en una zona contigua. La idea del gerente, Adasat Goya, es que en menos de un año el único propósito de estos pasillos sea transitarlos. «Esto es un capricho mío desde el día en que empecé», sostiene. «Hay que hacer desaparecer como sea esos pasillos. No hay dignidad, ni hay intimidad, ni unas buenas condiciones de trabajo», insiste Goya, que no esconde la realidad a la que se enfrentan los profesionales de urgencias cada día.
El centro hospitalario lleva tiempo acometiendo reformas, pero hasta ahora solo han culminado dos: el traslado de la atención al usuario al exterior y el nuevo área de atención a las urgencias psiquiátricas. Los siguientes pasos a seguir se están llevando a cabo en paralelo. Por un lado esta próxima semana se espera acabar de implantar un transfer de entrada y otra de salida. «Tenemos pacientes con alta que necesitan transporte sanitario o pacientes que requieren una cama de ingreso –el 17% del total–, pero podemos llegar a tenerlos horas esperando por ello», revela Goya, ya que mientras aguardan, lo hacen en el pasillo. «Vamos a replicar un modelo que funciona en otros hospitales, moveremos a los pacientes con alta a la zona de transfer y programaremos con el 112 la salida», insiste. Además, el gerente adelanta que se dispondrá de personal exclusivo para mover camillas.
Un nuevo espacio
Por otro lado, se espera que en poco tiempo también se pueda liberar el espacio que hasta ahora estaba dedicado al servicio de Hospitalización a Domicilio (HADO). «Esta unidad se pondrá en otra planta y con este cambio vamos a conseguir mucho espacio», explica Goya. Este espacio se ampliará con el objetivo de crear una sala de espera con 22 camillas. Este ha sido el espacio elegido para colocar a los pacientes que desbordan la atención cada día. Tendrá una zona anexa, llena de sillones, que servirá para aquellos pacientes con menos requerimientos.
Una de las claves del plan está en sectorizar las patologías más comunes –y urgentes– por las que los pacientes acuden al servicio. Así, este nuevo plan contempla la creación de una zona para pacientes con problemas traumatológicos, donde también se pongan yesos y con una sala contigua dedicada únicamente a fracturas de cadera. No en vano, se trata de una de las patologías más comunes en el servicio: «cada día recibimos entre 6 y 8 pacientes con fracturas de cadera», revela el gerente.
Otra de las zonas estará destinada a los pacientes que hayan sufrido un infarto cardiaco o cardiovascular. Estos pacientes, los de Rea, se atenderán en un circuito distinto «más limpio», aunque sea un poco más de camino. El espacio se situará frente a la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI).
Los niños se trasladan
Para situar estas dos áreas, sin embargo, se requerirá trasladar por completo el área de urgencias pediátricas. En este nuevo plan, la atención a los niños se derivará a un lugar con más intimidad, que agrupará todos los recursos en un mismo lugar (incluida las camas de observación que hoy se encuentran en otra sala) y que permitirá que los pequeños no tengan que acceder a las urgencias por el mismo lugar que los adultos. Para ello se transformará una de las áreas de observación (las 3,4,6 y 7) para dividirla en dos y crear, por un lado, unas urgencias pediátricas prácticamente independientes y, por otro, parte de la nueva unidad de corta estancia, una de las joyas de la corona de este plan.
Las urgencias pediátricas contarán con recursos similares, pero en este nuevo proyecto se agrupará todo en el mismo lugar, lo que facilitará el trabajo de los profesionales. Este área contará, además, con su propio centro de admisiones para garantizar la independencia del resto de urgencias. Esta será la obra que más tiempo tardará en realizarse. «Como es tan grande hemos tenido que licitarla, y nos han dicho que no puede estar antes de primavera», indica el gerente.
Pese a esta demora, el gerente espera con expectación el resultado, ya que es lo que dará forma a la nueva unidad de corta estancia. Dotada de más de 50 camas es, a ojos de Goya, el «mayor cambio en el modelo». Por un lado, dispondrá de un espacio contiguo a las urgencias pediátricas con 18 camas y por otro, de lo que ahora se conoce como tránsito F. «Queremos que esas 40 camas sean también para la unidad de corta estancia», indica el gerente. El objetivo es lograr que este espacio de las urgencias sea un servicio llevado por especialistas que atienda urgencias más complejas las 24 horas del día. «Aquí habrá hasta 9 especialidades distintas prestando servicio a quienes lo requieran», indica el gerente.
El responsable del HUC es consciente, sin embargo, de que parte de su plan requiere que se tomen medidas para paliar el déficit de plazas sociosanitarias en la isla. No en vano, a día de hoy, hay 40 camas, la mayoría en tránsito F, ocupadas por mayores con alta administrativa, que no disponen de recursos adecuados para abandonar el hospital. «Es uno de nuestros grandes problemas», admite el gerente.
Como adelantó, la dirección de área está trabajando con la concertada para liberar al menos 25 camas de urgencias en poco tiempo. «Pero son cuestiones extrahospitalarias», insiste Goya, que sentencia: «nosotros no tenemos capacidad para levantar la mano y pedir que se drene a estos pacientes». En total, en todo el complejo hospitalario (incluida la unidad de salud mental y el hospital del norte) hay 140 personas mayores viviendo en el centro. A día de hoy, ni siquiera en urgencias se encuentran todos en el mismo lugar, algo que el gerente asume como ineficiente, y considera que «todos deberían al menos estar en el mismo lugar», para facilitar a los auxiliares sus cuidados más básicos.
La lista de reformas culmina con obras menores, como el acondicionamiento del espacio de trabajo para los sanitarios (para reducir su vulnerabilidad a agresiones), el traslado del servicio de admisiones, la mejora y ampliación de los cubículos de exploración o la creación de una sala de espera para la UVI. La idea que el gerente empezó a mascar hace unos meses empieza a hacerse realidad, pero el plan, como insiste, está sometido al beneplácito de los trabajadores. Ellos son los que están haciendo algunos de los cambios de última hora. Sin embargo, el gerente entiende que los cambios no solo pueden ser estructurales. «Para que haya un verdadero cambio de modelo, también tendremos que trabajar con los profesionales para cambiar la forma de trabajo y así hacerla más eficiente», indica Goya, que insiste en la importancia de que haya, además, «apoyo externo». «Si no, al final, solo estaremos desplazando el lugar donde se produce el embudo en la asistencia», sentencia.
UGT pide un plan de choque tinerfeño
El sindicato UGT ha aplaudido el nuevo Plan para las urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC). «Llevamos años pidiendo que se haga algo y por fin hay una estrategia sobre la mesa», asegura Francisco Bautista, secretario general de la Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos de Canarias (FeSP) de UGT. No obstante, Bautista lo considera insuficiente para acabar con el problema estructural de las urgencias que no solo sucede en el HUC, sino en todos los hospitales de las Islas. «No podemos pedir más personal porque no hay más infraestructura, esto solo puede conllevar a la elaboración de un Plan de Choque para la isla de Tenerife que debe liderar el área de Salud de la isla», argumenta el sindicalista. «Tenemos que afrontar lo que nos va a venir de la mejor manera posible», argumenta haciendo alusión a la próxima ola de gripe que se espera. Bautista ha criticado duramente las dos manifestaciones realizadas en las últimas tres semanas y a las que han asistido otras fuerzas sindicales como el sindicato de enfermería Satse, el Sindicato de Médicos de Santa Cruz de Tenerife o Intersindical Canaria. «¿Dónde estaban hace dos años cuando este problema de las urgencias también se estaba produciendo cada día?», se pregunta. Para el portavoz de UGT no es el momento de «sacar la banderita». «Eso ya lo podremos hacer si se da el caso de que este plan no da los resultados esperados», sentencia.
Suscríbete para seguir leyendo
- Una nueva DANA llega a Canarias: habrá cielos cubiertos y precipitaciones en las islas occidentales
- EL BOE confirma que la hora se cambiará diferente en Canarias hasta 2026
- Las grandes superficies se plantan y remiten un escrito al Ayuntamiento para que Santa Cruz 'abra los domingos
- La última salvajada en maltrato animal en Tenerife: decapitan a un perro y colocan su cabeza en la puerta de sus propietarios
- La Primitiva deja un segundo premio en Tenerife
- El 'tardeo' llega a Santa Cruz con Loco Bongo: fiesta, juegos y baile al estilo de los concursos de los 90
- Un accidente entre un coche de alquiler y una motocicleta colapsa el centro de Santa Cruz
- Fallece un hombre en Canarias tras caer de una altura similar a un tercer piso