Será un viaje alucinante hacia Júpiter y tres de sus lunas: Calisto, Europa y Ganímedes. La sonda espacial tardará ocho años en un trayecto sideral que, para ahorrar combustible y ganar velocidad, aprovechará la gravedad de la Tierra, la Luna y Venus. Cuando llegue a destino, usará algunas aportaciones de empresas españolas, por ejemplo las piezas de la antena de media ganancia. “Permitirá algunas de las comunicaciones entre la nave y la Tierra”, explica Marc Souto, de GOIBEK. Otra creación española es la del brazo articulado que permitirá alejar algunos de los instrumentos necesarios en los experimentos científicos para que no se vean afectados por las perturbaciones magnéticas de la nave espacial. Estará al menos tres años realizando observaciones en tres de las lunas de Júpiter. Una de las cuestiones a averiguar es si existen océanos salados bajo el hielo de estos cuerpos esféricos, una de las condiciones que podrían sustentar vida en esa remota parte del Universo.