El Hospital General Universitario Gregorio Marañón ha realizado un trasplante pionero en el mundo que ha salvado la vida a una niña de solo dos meses. Naiara nació por cesárea en la semana 34 porque su corazón no aguantaba más. Su patología era muy grave y la única solución era un trasplante. Pero encontrar un corazón para un bebé es una tarea casi imposible. Por eso, había que aprovechar cualquier oportunidad que se presentara. Y la opción llegó, pero con muchas complicaciones. El donante era de un grupo sanguíneo no compatible y estaba en asistolia (el organo ha estado scompletamente parado). Dos dificultades que afortunadamente ya se pueden solventar a través de técnicas avanzadas. La pequeña Naiara fue operada con éxito y se recupera en planta del hospital.