Tenemos tantas ganas de quitárnoslas, que la carrera por poner fecha a su desaparición coge ritmo. Cataluña dice que se lo planteará "en unas semanas" y Galicia insiste en que se caigan a finales de julio en exteriores. Sin embargo, aunque baje la incidencia y suba la vacunación, ajústensela bien porque queda mascarilla para rato. Su uso lo regularon las propias comunidades y los epidemiólogos creen que debe ser la última medida de seguridad en abandonarse. De hecho ya se ha anunciado que seguirá siendo obligatoria, en septiembre, en los centros educativos.