El coronavirus añade más valor a los desplazamientos en bicicleta. Menos transporte público y más pedales. Se mantiene la distancia de seguridad y se producen desplazamientos al aire libre, con menos posibilidades de contagio. Ciudades como Madrid anuncian la ejecución de más de 100 nuevos kilómetros de carriles bici. El descenso significativo del tráfico también ayuda. A ello se suma el auge de las bicicletas eléctricas, que están bajando de precio.