Recorren haciendo inventario los pasillos casi vacíos del Banco de Alimentos de Madrid. Pocos productos en unas estanterías que hace apenas unos meses estaban llenas. El estado de alarma ha aumentado también las necesidades de más personas. Sin trabajo y sin ingresos tienen que acudir a organizaciones como esta. El banco de alimentos responde a la petición de ayuda pero hacen un llamamiento de solidaridad. A través de su página web se pueden seguir haciendo donaciones. Piden comida pero también necesitan voluntarios. Los habituales son mayores de 60 años y por lo tanto población de riesgo. Mientras los jóvenes se animan a colaborar es el Ejército en algunos puntos el que está ayudando a distribuir la comida. Solo de esta manera pueden llegar a los que lo necesitan.