Tomás Pardo cumplía 26 años de condena por atacar a dos mujeres en 2002. A una solo pudo golpearla, a la otra sí la agredió sexualmente y la acuchilló en el cuello. Fue en 2006, en un permiso penitenciario al que apeló por encima del criterio del juez de vigilancia, cuando volvió a atacar a otra mujer. Se la llevó a un lugar apartado, la violó varias veces, la apuñaló e intentó ocultar el cuerpo creyéndola muerta. Ella sobrevivió y hoy ha declarado a puerta cerrada y tras un biombo en la Audiencia de Barcelona, donde se ha juzgado a su agresor