Pasaban una jornada de caza de jabalíes en una finca familiar de la localidad de Villalba de Los Alcores, en Valladolid, cuando ocurrió lo inesperado: uno de los rifles se disparó de manera accidental, dándole al pequeño. Una sola herida, fulminante, ya que los servicios de emergencia sólo pudieron certificar su muerte al llegar al lugar.