Casquillos por el suelo, una pistola entre las plantas y una sudadera agujereada por las balas. Son los restos de un tiroteo ocurrido a poquísimos metros de un colegio de Paterna, en Valencia, donde se han vivido escenas de pánico entre niños, profesores y padres. El centro pedía desalojarlos por otra puerta. La Policía cree que se trata de un ajuste de cuentas por drogas entre dos clanes gitanos. La pelea comenzó dentro de una casa, después siguió en el portal y más tarde en la calle, donde dejó tres heridos, dos de ellos por disparos. Están detenidos junto a otro hombre y a una mujer que trataba de limpiar la sangre de la calle. El tiroteo se ha producido en La Coma, un barrio humilde donde el tráfico de drogas y la inseguridad son habituales.