Por San Blas era tradición en Cazalilla, Jaén, soltar una pava desde el campanario. Una tradición de 200 años a la que el Obispado puso fin con la clausura de la torre de la iglesia. Aún así, el pueblo decidió modificar un poco la tradición y limitarse a pasear a la pava por el pueblo. Sin embargo, un encapuchado subido al tejado de una vivienda tiró una pava que, afortunadamente, no sufrió daños.