En la cuna del mantecado se consigue pleno empleo durante la campaña. La primera partida va destinada al comercio exterior. Y no pararán. Tres meses rodeados de aromas artesanos. Un pueblo que fabricará el 95 por ciento de los dulces que comeremos estas navidades. Se crean dos mil puestos directos de trabajo y dos mil quinientos más, indirectos. Aquí ansían con ganas, lo que muchos ven aún lejano.