Las rotondas se han convertido en el objetivo de los estafadores que buscan provocar un accidente para cobrar la indemnización al seguro de la víctima. Un nuevo timo del que pocos están al tanto. El modus operandi es el siguiente: su vehículo circula constantemente por el carril exterior y, cuando ven que alguien va a salir de la rotonda, aceleran y provocan el golpe.