Después de una noche de infarto, a las 5:19 de la madrugada la sonda Juno encendía su motor principal. Celebración contenida desde Pasadena, en California, porque todavía quedaba lo más difícil por hacer. La nave iniciaba una frenada de más de 2.000 kilómetros por hora con el objetivo de quedar orbitando en torno a Júpiter. Una maniobra crucial, que ha durado 35 minutos llenos de suspense porque la antena de la sonda no apunta a la Tierra, así que no se ha confirmado que su viaje de cinco años ha sido un éxito, hasta que no se han escuchado sus tonos.