Este león pertenece al Parque Nacional de Nairobi, en Kenia. Se ha salido de su recinto, y le va a costar la vida. Primer disparo, echa a correr como puede y otro disparo. No son dardos tranquilizantes sino balas. Antes de los tiros había atacado y herido a un hombre. Y ahora ya no le quedan fuerzas ni para ponerse en pie. Un político local asegura que no querían matar al animal pero la situación se volvió muy peligrosa, porque cada vez había más gente.