A Isabel la despertó de madrugada el intenso humo. El incendio se originó en el cuarto piso de este edificio antiguo de madera en el casco viejo de Pamplona. Aquí vivía Cristina, estudiante de 22 años. Acorralada por las llamas, angustiada y desesperada, se lanzó desde el cuarto piso al patio interior del edificio.