Miles de personas en todo el planeta han salido a las calles de sus ciudades en la Marcha Mundial por el Clima. La reivindicación ha sido unánime: que esta cumbre del clima, que hoy comienza en París, sirva para que los líderes mundiales lleguen a un acuerdo justo, ambicioso y, sobre todo, vinculante. En Latinoamérica, los niños han gritado para que se escuche su voz. En Europa, miles de voces para pedir que esta cumbre evite las peores consecuencias del cambio climático y acelere la transición hacia un modelo energético totalmente renovable, para que el protocolo que surja sea realmente convincente. Los líderes mundiales tienen por delante 15 días para alcanzar un acuerdo global que reemplace el Protocolo de Kioto.