Una plataforma en movimiento, zonas en pendiente o con suelo irregular son los inconvenientes que suelen encontrar los helicópteros de rescate. Por esa razón la agencia tecnológica DARPA inspirándose en los insectos ha diseñado unas patas con sensores que se adecuan al terreno. Estas patas robóticas se encargan de calcular el ángulo adecuado que deben adoptar para mantener el equilibrio de la aeronave, estirando o recortando su longitud como haría un insecto. De momento se trata sólo de prototipos pero en un futuro cercano esperan poder perfeccionarlo e iniciar su producción dirigida sobre todo para fines militares y rescate.