Conmocionados despertaron ayer los vecinos de la localidad catalana de Rubí. Un joven de 17 años había degollado supuestamente a su madre en la vivienda familiar. La madre, de 55 años, había intentado quitarse la vida en varias ocasiones. Pese a los problemas, la relación entre madre e hijo parecía normal. Al menos de puerta para afuera. El joven, acusado de un delito de homicidio, se encuentra a disposición de la Fiscalía de Menores. Se investiga ahora si el chico sufre algún tipo de alteración psiquiátrica.