El santuario de la Virgen del Rocío es la meta de todos los peregrinos. Ante su puerta principal se presentan con sus hermandades. Es como un saludo y una señal de respeto. Es una alegría y un sueño cumplido. Atrás han quedado jornadas de intenso caminos de unos peregrinos que ahora protagonizan las calles de la aldea del Rocío. Con un mes de vida, Rocío ya ha realizado su primer camino. Alcanzado el destino, los devotos se acercan a la Virgen. Hoy las plegarias se multiplican y trascienden las emociones.