Ángela era la propietaria del vehículo que quedó destrozado por culpa de una grúa. Ella aparcó su coche en un lugar que se encontraba en obras, y la mala suerte hizo que el muro que estaban derribando cayese sobre su coche. Pero de esta anécdota se ha enterado cinco meses después gracias a un vídeo de internet, porque a esta mujer residente en Barcelona nadie la explicó lo sucedido cuando fue a retirar su coche al depósito. Ángela lamenta la negligencia de los responsables de la obra, porque podía haber ocurrido una desgracia si el muro hubiese caído sobre un peatón.