El menor, de 13 años, llevaba varios días llegando tarde a casa hasta que una noche su padre, nervioso, le dio una bofetada. Ahora nos preguntamos si tres meses de cárcel y orden de alejamiento es una pena exagerada. Nuestro código penal dice que dar una bofetada constituye un delito de violencia doméstica castigado con una pena de 3 meses a un año de prisión. Abofetear a un hijo es maltrato de menores. En este caso lo que ha hecho el tribunal es simplemente ajustarse a la ley. Pero a los propios jueces este castigo les parece excesivo.