A pesar de que el fuego dejó en muy mal estado la caja negra con los parámetros técnicos del vuelo del Germanwings siniestrado en los Alpes franceses, los datos están intactos. Su hallazgo era objetivo capital para la reconstrucción de lo ocurrido con lo que de inmediato el dispositivo fue trasladado a París. Allí se abrió el revestimiento de protección y se extrajo una parte. Tras su análisis, la BEA, la autoridad francesa de seguridad de aviación civil responsable de la investigación, concluye que el copiloto utilizó el piloto automático para que el avión descendiera hacia una altitud de 30 metros y que, varias veces a lo largo del descenso, aumentó la velocidad del avión.