Los vecinos de la finca del Teucro, en el centro de Pontevedra, están acostumbrados a asomarse a la ventana y encontrarse a Duque pastando en el único solar que queda sin edificar. Pero ayer, una de los vecinos alertó a los Bomberos porque escucha al caballo pero no lo veía. El animal se había caído en un pozo de más de tres metros de profundidad. Hizo falta achicar el agua y utilizar una pala excavadora para retirar la tierra y crear una rampa. Pero el caballo estaba tan abatido que era incapaz de moverse. La solución fue atar con unas cuerdas fuertes a Duque y tirar de él. Después de cuatro horas el animal salía rescatado, aunque exhausto. El pozo artesanal será ahora vallado y señalizado. Hoy cuando los vecinos de los pisos de alrededor de la finca se han asomado a la ventana han vuelto a encontrarse a Duque pastando y trotando.