Durante una hora y media han declarado uno por uno los cuatro acusados. El ultimo ha sido el líder del clan de los Romanones, el sacerdote Román para el que el juez ha puesto una fianza de 10.000 euros para eludir al cárcel. Igual que en Policía han negado uno por uno los hechos descritos por sus presuntas víctimas. Los tres curas y el seglar tenían preparado un abogado que no ha podido asistir a los cuatro al decretarse la incomunicación. Esto hace pensar que esperaban las detenciones desde que supieron por el Arzobispado que el primer denunciante les había acusado, y que otras posibles víctimas estaban declarando en policía.