El secreto está en los aceites esenciales que desprenden los árboles para protegerse de las bacterias. Al pasear por el bosque, el cuerpo humano lo absorbe y se beneficia de sus efectos, por ejemplo, sobre el estrés. Así que déjense llevar por la belleza de la naturaleza. Porque no sólo es un deleite para los sentidos, es, sobre todo, una fuente de salud. Ha sido en Japón donde se han descubierto y llevado a la práctica los beneficios de estos paseos. Son bosques terapeúticos. En España hay unos tres mil.