Hay muchos motivos para ser donante de médula y también para los receptores: Por solidaridad, por altruismo y por salvar una vida. Paco sobrevivió a una leucemia crónica diagnosticada en noviembre de 2010 y dos años después apareció un donante alemán que le salvó la vida. Transmitió su agradecimiento en forma de misiva al su donante anónimo. Jaime ha donado en dos ocasiones.