Continúa la polémica por los pisos turísticos en la Barceloneta. La Guardia Urbana ha comenzado a realizar inspecciones en los inmuebles de la zona para verificar la legalidad y permiso de los mismo. Puerta a puerta los agentes inspeccionan y solicitan los permisos pertinentes en cada uno de los pisos. En caso de no cumplir con los requisitos, las multas oscilan entre los 9.000 y los 90.000 euros. Los efectivos policiales han aumentado en el barrio barcelonés para intentar así poner freno a las broncas y descontrol de algunos turistas. Mientras tanto, los vecinos dudan de que sea suficiente para acabar con el problema.