Agitando un chaleco salvavidas Alfonso, su novia y otro hombre evitaron que más vehículos se unieran al choque multitudinario que se producía el pasado sábado en la A-8 a la altura de Abadín, Lugo. La visibilidad era prácticamente nula, pero sabían que un camión se dirigía hacia el lugar del accidente porque lo habían adelantado hacía unos minutos. Tomaron los chalecos reflectantes y se dirigieron hasta el final del choque para tratar de avisar, entre la niebla, a los demás vehículos de que debían detenerse de inmediato.