Cada vez más españoles designan a un apoderado para que administre su patrimonio antes de verse mermados. Sensibilizados ante una futura incapacidad o una posible enfermedad ha crecido el número de personas que acuden a un notario para dejar por escrito quien será la persona que tutele sus bienes. Ángela, de 24 años, se va al extranjero a trabajar, aquí en nuestro país necesitará a alguien q se encargue de sus asuntos por eso decidió firmarle un poder a su madre, Este tipo de poderes de hijos a padres se ha incrementado también con motivo de la crisis.