Los sevillanos se resignan a soportar las altas temperaturas. El sol veraniego castiga en el sur, en lugares como Sevilla. También lo hace en Córdoba, donde los termómetros rozan los 40 grados. Nadie se atreve a salir a la calle en las horas centrales del día, sólo los valientes turistas. Ellos persiguen la sombra y tratan de combatir el calor con agua, helados y también a la manera española con refrescos, tintos de verano o cervezas.